«Nadie nos gana en actitud». Nunca tan preciso el DT Luis Flores en una declaración pospartido. Binacional no será el cuadro más implementado del campeonato -si se le compara con el plantel de Melgar-, pero sus jugadores dejan el alma en cada jugada.
Desde el papel, iba a ser el cuadro visitante quien tuviera más tiempo la pelota y generara las principales opciones de gol. No obstante, Melgar habrá tenido la posesión del balón, pero no del juego. El ‘Dominó’ se presentó ante su hinchada lento, impreciso, predecible y desatento.
Es decir, la antítesis de lo que es un equipo que pelea el campeonato. Por momentos, el elenco rojinegro abusó del pelotazo, dejando de lado lo efectivo que puede ser rodar el balón a través de los mediocampistas, generando conexiones con el ataque. Melgar fue un corto circuito.
Bernardo Cuesta (nada que reclamarle) se cansó de esperar; bajó hasta la media cancha y de ahí nació el empate mistiano. Antes, una ingenua y estática defensa le permitía a Ferreira anotar el 1-0 para el ‘Bi’. Nuevamente, sin encontrar un sendero claro de gol, un error defensivo del local fue bien aprovechado por el mexicano Tejeda, que cedió para Arce y 2-1. Faltó agradecerle al rival. Tres toques bastaron para que, en una muestra de efectividad pura, Benítez sellara el empate y bajara el telón del partido.
Melgar podría ser hoy puntero, si una idea de juego lo hubiera permitido.