Iván Mayta es un chico común y corriente. Todos los días, sale temprano de su hogar en Paucarpata, presto a ponerse los guantes en un nuevo entrenamiento con su club Deportivo Binacional. Terminada la jornada, Iván se despide del entrenador y, por la tarde, procura ejercitar la mente después del cuerpo.

Con esa idea, sigue una carrera técnica de computación e informática. «El fútbol no es para siempre», analiza el joven de 19 años.

QUIERE IR A RUSIA

A pesar de cumplir con la rutina de cualquier novel deportista, la carrera de Mayta podría dar un vuelco de 180º si es que alcanza la primera prueba que le ha puesto el destino: Acompañar a la selección nacional en el Mundial de Rusia, formando parte de la delegación sub-20.

Daniel Ahmed -jefe y DT de la ‘Bicolor’ de menores- tiene la obligación de conformar un plantel que sirva de «sparring» a los mayores, durante su estadía en el país que alberga la cita mundialista de este año. El estratega argentino viene tomando en cuenta al arquero de Binacional en sus últimos «microciclos». Esta semana no fue la excepción. Veintisiete de los mejores jugadores jóvenes peruanos compartieron la convocatoria con Iván en Lima (del 16 al 18 de abril). Solo veinte serán escogidos para la travesía europea. Tal situación suele ejercer presión extra en cualquier persona de su edad, mas no en él, según comenta. «La primera convocatoria te choca, ciertamente, porque el nivel de selección es más exigente. Ahí te preparan para competir en torneos internacionales. Sin embargo, siento que tengo lo necesario como para quedarme entre los veinte jugadores que viajarán a Rusia. Ese es mi objetivo a corto plazo», cuenta, emocionado.

SELECCIÓN DE MAYORES

El sueño no queda ahí. La sub-20 se encuentra lejos de ser el destino final en una carrera que -a punta de esfuerzo y sacrificio- quiere sacar adelante. «Tengo que pensar en otros caminos y apuntar a una selección mayor. Esto de las selecciones menores son [objetivos] para un par de años, nada más». Está claro, Mayta no puede -ni quiere- parar.

EL PRIMER PASO

Mientras tanto, se concentra en otra de las grandes metas que le guarda el inicio de su carrera: debutar en Primera División. Con Binacional, logró el histórico ascenso en Copa Perú, recuerda, pero el arco le es esquivo, por ahora, en la profesional. «Yo sabía que la transición de Copa a Primera iba a ser diferente, porque se necesitaba gente de experiencia. Sin embargo, no pierdo el sueño de debutar en Primera, al lado de grandes arqueros como [Michael] Sotillo y [Ricardo] Farro, que son, además, buenas personas», reflexiona.

«Quiero mejorar cada día, como me lo pide mi entrenador. Yo sé que el puesto de arquero tiene muchas sorpresas y la oportunidad puede llegar en el momento menos pensado. Depende de mí aprovecharla, porque no siempre vuelve de nuevo por ti». La pelota está en su cancha.