El delantero peruano Paolo Guerrero, de 34 años, afirmó hoy en su presentación con el Internacional que su nuevo equipo le ayudará «mucho» para llegar en «óptimas condiciones» al Mundial de Catar 2022 y prometió «esfuerzo, sacrificio y raza» en su nueva etapa en el club de Porto Alegre.
«La estructura que tiene el Inter es fantástica, una de las mejores para preparar bien mi forma física y llegar en óptimas condiciones a la próxima Copa (del Mundo), que es mi deseo y uno de mis objetivos», dijo el ariete en rueda de prensa.
Guerrero, que vestirá el dorsal 79, dijo estar «muy feliz» por haber fichado por un «gran club» como Internacional, con el que firmó un contrato para los próximos tres años, después de no llegar a un acuerdo de renovación con el Flamengo. «Puedo decir que estoy feliz, tranquilo y estoy muy ansioso, quiero jugar pronto. Voy a dar lo mejor de mí», indicó.
El capitán de la selección peruana fue arropado por decenas de aficionados colorados a su llegada a la capital del estado de Río Grande do Sul, y en su camino hasta el estadio Beira-Rio.
«Vivir lo que viví hoy es inexplicable y eso hace que un futbolista consiga adaptarse rápido, entrar concentrado y espero retribuir ese cariño con esfuerzo, sacrificio y raza dentro del campo», declaró. «Voy a intentar ganar todas las bolas divididas», completó.
El atacante no se impuso una meta concreta de goles para este segundo tramo de temporada, pero reconoció que quiere debutar «cuanto antes», aunque primero hablará con el cuerpo técnico porque «necesita prepararse un poco más físicamente» después de varias lesiones.
También destacó el buen momento por el que atraviesa su nuevo equipo, tercero en la clasificación del Campeonato Brasileño a tan solo tres puntos del líder, el Sao Paulo, y dijo que con la actual plantilla es «muy posible» que consigan levantar el ansiado título. «El momento del club es fantástico y para mí ganar significa mucho y es lo que espero hacer: ganar y celebrar con la afición», apostilló.
El conjunto de Porto Alegre será el tercero en el que Guerrero jugará en Brasil, pues, además del Flamengo, también se enfundó la camiseta del Corinthians entre 2012 y 2015, con el que ganó el Mundial de Clubes. Los últimos meses en su etapa como jugador del Flamengo estuvieron marcados por la sanción por dopaje que le fue impuesta tras dar positivo, el 5 de octubre de 2017, en un partido con su selección por un metabolito de la cocaína.
El castigo fue de 14 meses de inhabilitación, pero una cautelar de la justicia ordinaria suiza suspendió provisionalmente la sanción hasta que se dicte una sentencia en firme, lo que le permitió disputar el pasado Mundial de Rusia con Perú, seguir jugando con el Flamengo y a partir de ahora con el Internacional.
Sobre ese asunto, Guerrero dijo que vivió momentos «muy difíciles y complicados» y que continuará luchando por su inocencia. «Voy a hacer de todo para que ese castigo no se acabe materializando. Creo en Dios y en la Justicia y ahora solo quiero debutar con el Inter lo más rápido posible», afirmó.
La directiva del Inter, por su parte, defendió la inocencia de su nuevo delantero y le ofreció «todo el apoyo jurídico» para afrontar el asunto. Formado en las categorías inferiores del Alianza Lima, Guerrero jugó durante una década en el fútbol alemán, primero en el Bayern Múnich, donde se proclamó bicampeón de la Bundesliga, y posteriormente en el Hamburgo.
F/EFE