Melgar mantiene un serio problema cuando se trata de rechazar balones aéreos. Lo sabe el entrenador -soy consciente de que este tema se trabaja en la semana-, lo saben los jugadores; pero, a la hora de la verdad, todo lo ensayado se convierte en ingenuas distracciones que cuestan goles en contra.
Ayer, a pesar de que el ‘León’ cumplió un aceptable desempeño desde la media cancha hacia adelante, dos errores defensivos provocaron que la afición se vaya de la Unsa con una desazón terrible.
Pero el hincha no fue el único al que se le malogró una noche que pintaba bonita. Joao Villamarín estaba atravesando un idilio cuando sus goles (al minuto 1 y 22) ponían a Melgar adelante en dos ocasiones. ‘Villa’ estaba en su momento y, ante su ex UTC, por fin demostraba ser aquel pícaro atacante que se ganó un nombre en el fútbol peruano. Giancarlo Carmona también volvía de la mejor manera, poniendo el tercero que parecía definitivo.
Sin embargo, una mano de Bernardo Cuesta en propia área generó el penal que convirtió Millán (1-1). Un pésimo rechazo de Minzum Quina -tras ataque aéreo de UTC- le regaló el segundo tanto al rival (2-2) y, finalmente, una desatención de Carmona -más el olfato goleador de Ugarriza le dio el 3-3 . Melgar dejó jugar demasiado al rival en su cancha y eso lo pagó muy caro.