TodoDxT – Arequipa. Que el aniversario se haya festejado 4 días después -fue el 25 de diciembre- y hayan faltado 3 dirigentes a la sesión solemne solo le agrega una raya más a un ‘Tigre’ que parece haberse quedado estancado en un letargo del que no sale hace casi 30 años.
FBC Aurora cumplió 102 años de vida institucional en medio de incertidumbre con respecto a su futuro como club histórico de fútbol en la Ciudad Blanca.
No es el rumor de los malintencionados, sino la propia palabra de sus representantes, quienes sienten el amargo sabor de dicha situación.
«No hay proyección ad portas del bicentenario», comentaba ayer Pedro Fernández Paredes, personaje querido en el círculo directivo del cuadro ‘atigrado’. «No tenemos cómo responder al reto de la historia», agrega en el local del club de la calle Beaterio, convocando a tantas personas que no han sabido dejarle nada a la institución a lo largo de los años.
«Vamos a mantener la base del equipo del 2018», anunció el presidente aurinegro Wilber Canales Yépez, quien no daba en cuenta de que Aurora no necesita más de lo mismo, sino un cambio drástico que dé luz al proyecto que finalmente devuelva al equipo a la Primera División Profesional.
Y es que el club que alguna vez tuvo a José la «Zorra» Bedoya entre sus filas se ha convertido en un gigante dormido por inanición. No hay inversión, no hay proyecto, ni una intención clara por salir de la eterna mediocridad que significa un campeonato distrital.
«Aurora participa [en la liga local] gracias a nuestra voluntad», lamenta el directivo Hernán Valencia. En el fondo, sabe que un grande no puede -ni debe- vivir de limosnas, sino de proyectos a largo plazo e inversión privada.