El Manchester United impuso a Jose Mourinho una cláusula que impide al técnico portugués hablar de su adiós al banquillo de Old Trafford, según informa The Times. De incumplirla, Mourinho perdería parte de la jugosa indemnización (15 millones de libras, casi 17 millones de euros) que se llevó de Manchester.

Esa ‘cláusula mordaza’ ha hecho que Mourinho vea sustancialmente rebajado su caché como comentarista televisivo. El extécnico del United está participando en las retransmisiones de la Copa de Asia para beIN Sports, cobrando, según el diario británico, 60.000 libras (67.500 euros) por cada uno de los partidos que comentará. Una cantidad muy alejada del millón de dólares que se embolsó en el Mundial por cinco días de colaboración con el canal de noticias Russia Today.

Dos partidos en los que los abogados del United estarán muy atentos para que Mourinho no quebrante su cláusula del silencio. Mourinho no podrá así defenderse de ataques velados como el de Pogba, que ha afirmado que es «un placer» haberse reencontrado con Solskjaer (el noruego entrenó a Pogba en el equipo reserva del United). «Como jugador él conocía la mentalidad de este club. Ha vuelto para ayudarnos y va a salir muy bien».

Hasta ahora, las únicas declaraciones de Mourinho tras su destitución han sido para el diario portugués Correio da Manha. El entrenador solo se refirió a su etapa en el United para reivindicar sus logros y no comentó circunstancia alguna sobre su salida.

«Soy un entrenador muy joven. Ya llevo un tiempo, pero no tengo 75 años, tengo 55. Gané una competición europea hace dos años, no hace 20; gané una copa inglesa hace dos años, no hace 20; acabé subcampeón de la Premier hace seis meses, no hace seis años; llegué a mi última final de la FA Cup hace meses, no hace años… Mi motivación está como nunca, está muy alta», fueron sus únicas palabras alusivas al United.

Uno de los rasgos que han caracterizado a Mourinho en su carrera ha sido no quedarse callado. Ahora debe contenerse al máximo.