La condena por fraude fiscal a Cristiano Ronaldo en España ha puesto en duda que pueda mantener las dos condecoraciones recibidas en Portugal, donde el jugador es uno de los ídolos más admirados.
La posibilidad de que le sean retiradas la Orden del Infante Don Henrique, la más prestigiosa del país, y la Gran Cruz de la Orden del Mérito, concedidas en 2014 y 2016, respectivamente, sobrevuela hoy en la prensa lusa, que recuerdan que estas medallas son incompatibles con comportamientos no ejemplares.
En concreto, la norma que regula las «órdenes honoríficas» de Portugal establece que estas podrán ser retiradas si los beneficiarios son condenados a penas de prisión superiores a tres años; no es el caso de Cristiano, quien sin embargo sí parece incurrir en otras incompatibilidades, aseguran varios rotativos.
Por ejemplo, «regular su comportamiento, público y privado, por los dictámenes de la virtud y la honra», una obligación para los reconocidos con las más altas medallas del Estado portugués que, tras la sentencia de Madrid, se pone en entredicho en el caso del astro del Juventus.
El jugador ratificó el martes pasado en el juicio el acuerdo de conformidad con la Fiscalía española, por el que es condenado a 23 meses de prisión -que no cumplirá- y a una multa de 18,8 millones de euros por eludir el pago de 5,7 millones a la Hacienda española entre 2010 y 2014.
«El comportamiento de Cristiano Ronaldo que llevó a su condena», dice hoy el diario luso Público, «nada tiene de virtuoso u honrado, en nada dignifica a las órdenes de las que es titular ni a Portugal, por lo que abre la puerta a la instauración de un proceso disciplinario» que puede llevar a la pérdida de los reconocimientos.
El responsable máximo de las órdenes honoríficas y quien escenificaría tan drástica decisión es el presidente de Portugal, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, para quien se dirigen ahora todas las miradas.