Hubo un tiempo, no muy lejano, en que Real Madrid era más poderoso que el clima porque sus partidos en el Bernabéu eran una invitación a ver goles. Y cuando el juego no era bueno el equipo era capaz de llevar a sus rivales al límite si querían ser campeones. Entre espectáculo y sufrimiento era raro ver un Santiago Bernabéu lejos del lleno.
Hoy, el Madrid vive descontando los días para que pasen cuanto antes los ocho partidos que le separan del final de una temporada que ya forma parte del lado más oscuro de su historia.
El Eibar es otra parada en ese calvario hasta el final de La Liga en una tarde en la que todo parece unido para que el Bernabéu presente el peor número de asistentes de la temporada. Los resultados del Madrid en su estadio explican buena parte de esa huida.
Siete derrotas en el Bernabéu, cuatro de ellas seguidas y una nunca vista (el 1-4 ante el Ajax en la Champions) han alejado al público del estadio; hoy el Madrid juega a las 9:15 horas.