Río de Janeiro. Brasil completó este jueves, sin cuatro jugadores de su plantilla, su primer entrenamiento en Teresópolis de cara a la final de la Copa América, en la que se medirá a Perú el próximo domingo en el Maracaná de Río de Janeiro, consciente de que verá un combinado andino muy diferente al que goleó por 5-0 en la fase de grupos.
En busca de tranquilidad, el conjunto brasileño se ha trasladado a la Granja Comary, el centro de entrenamientos que la Canarinha tiene en Teresópolis, ciudad serrana a 98 kilómetros de Río de Janeiro, en la que está concentrada desde la noche del miércoles y en donde cumplió dos semanas de preparación antes del torneo.
Sin las principales estrellas de la Canarinha en la cancha, el seleccionador brasileño abrió su entrenamiento a la prensa todo el tiempo, pese a que inicialmente solo estaba prevista la presencia de las cámaras por sólo 15 minutos.
La práctica fue más corta de lo habitual y tras el habitual calentamiento, el tradicional «bobito» y un trabajo de dominio de balón, los jugadores realizaron un partidillo de seis contra seis en el que entrenaron jugadas de ataque y defensa.
En sus primeros trabajos de preparación para la final, Brasil no pudo contar con cuatro jugadores por lesiones o molestias.
El portero Alisson, titular indiscutible, no acudió a la cancha por estar bajo tratamiento de fisioterapeutas por dolores en un brazo, pero la Confederación Brasileña de Fútbol garantizó que se reintegrará normalmente a las prácticas a partir del viernes.
El volante Fernandinho, que continúa en tratamiento por los dolores en la rodilla derecha que le impidieron ser alineado en los últimos tres partidos con Brasil, fue otro de los ausentes en la cancha y su regreso sigue totalmente incierto.
El lateral izquierdo Filipe Luis, que no fue alineado en el partido con Argentina por unas molestias en el muslo derecho que lo tuvieron bajo tratamiento, realizó un trabajo individual en la academia.
Y el delantero Willian, pese a que sufrió una lesión en la pierna derecha que le impedirá disputar la final, se mantuvo concentrado con la selección e inició este mismo jueves en Teresópolis el respectivo tratamiento.
Brasil no se siente favorita al título pese a jugar como local y a la goleada que le propinó a Perú en la fase de grupos, ya que consideran que el partido y el adversario del domingo será totalmente diferente, según dejaron claro sus jugadores.
«Será un partido totalmente diferente. El adversario va a venir con más cuidado, introdujo algunas alteraciones, viene haciendo una gran competición y creció en el momento preciso», aseguró el extremo Everton.
El atacante del club Gremio dijo que considera «muy peligroso» que Brasil entre al Maracaná creyendo que es favorito y sin ninguna responsabilidad. «Tenemos que estar bien concentrados y preparados para que eso no nos perjudique en el partido», afirmó.
El lateral izquierdo Alex Sandro aseguró por su parte que el crecimiento de Perú en los partidos que disputó tras la goleada sorprendió a todos y que por eso ninguno de los dos finalistas puede considerarse favorito al título de la Copa América.
«Así como nosotros crecimos durante la competición, Perú también creció. Es obvio que tenemos que tener más cuidado porque es un equipo que llega fuerte y confiado», agregó el lateral del Juventud italiano.
«La final siempre es un partido diferente, en el que no está permitido equivocarse», agregó.
F/EFE