Lima. Los Juegos Panamericanos de Lima 2019, la mayor fiesta del deporte americano, arrancan formalmente este viernes con la ceremonia inaugural y el encendido del pebetero olímpico que abrirá 16 días de competencia en 39 disciplinas con la presencia de algunos de los mejores deportistas del mundo.

El encendido de la llama, cuyo desarrollo es aún un completo misterio, pondrá también fin a todas las dudas, problemas y amenazas que se cernieron sobre estos Juegos y dejará tan solo para ser juzgadas las destrezas deportivas de los más de 6.700 deportistas que participarán en el evento.

Las justas comenzaron de hecho el pasado miércoles, con eventos de voley-playa y balonmano femenino, así como rondas preliminares en bolos, squash y sóftbol masculino, que hace su debut absoluto en unos Juegos Panamericanos.

Luego, como un torrente, comenzarán a caer competencias que, fieles al lema oficial de los Juegos, permitirán ver que «todos juegan» en este continente.

Y bastante bien, de hecho. En Lima podrá verse en acción a 109 medallistas olímpicos, entre ellos 65 medallas de oro en la máxima cita deportiva universal.

Caterine Ibargüen, Yulimar Rojas, Justin Gatlin, Mijaín López, Mariana Pajón, Elaine Thompson, el equipo brasileño de 4×100 libres, son algunos de los nombres con peso suficiente para hacer de los Juegos una cita inolvidable.

También estarán jugadores de deportes de equipo de las mejores ligas y competencias del mundo, atraídos por la posibilidad de obtener en Lima un pasaporte directo a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 o por ser una opción para competir al máximo nivel antes de campeonatos mundiales que se harán una vez concluidos los Panamericanos, como es el caso del baloncesto.

Veintidós deportes serán clasificatorios para Tokio. La mayoría, por tiempos y mediante puntos para la clasificación mundial. Pero el tenis, el balonmano, la hípica, la vela y los clavados darán plaza directa.

Al grueso de los deportes olímpicos que forman parte del programa se une en esta ocasión otros nuevos de fuerte implantación local y que tendrán su debut en unos Juegos.

El surf, deporte «rey» en Perú y que se disputará en las frías y agitadas aguas del océano Pacífico, el fisicoculturismo y el baloncesto 3×3 quedarán así en el legado de Lima 2019, así como el BMX estilo libre.

La organización de estos XVIII Juegos Panamericanos que ahora arrancan ha sido un largo y accidentado proceso, que solo se aclaró tras un gran sprint final que logró culminar con éxito las obras de las instalaciones y escenarios que recibirán a los atletas.

Tras un proyecto inicial que incluía nuevos estadios, infraestructuras desmesuradas y obras públicas ambiciosas, Lima dio un cambio radical y en apenas algo mas de dos años pudo presentar una serie de instalaciones discretas, adecuadas y funcionales que no dejarán ningún oneroso «elefante blanco» una vez se apaguen las luces de los estadios.

El propio Nevic Ilic, presidente de Panam Sports (antes Organización Deportiva Panamericana), reconoció este jueves que los días de competencia «no serán un camino fácil», pero que ahora «el punto de partida es el mejor».

«Empezamos con mucho temor e ilusión. Pero con más temor que ilusión porque el futuro de los Juegos de Lima era incierto», reconoció durante la inauguración de la 57 asamblea general de Panam Sports que precede a la apertura de los Juegos.

Tráfico amenaza juegos

Ahora, la única amenaza que pesa sobre la competencia es el tráfico de Lima.

Las obras viales y las mejoras en el transporte público que se plantearon para los Juegos nunca se realizaron, y las distancias enormes a recorrer entre las sedes de competencia, bajo el terrible tráfico de la capital, pueden afectar seriamente el desarrollo normal de las competencias.

F/EFE