Juliaca. La primera semana de setiembre la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) enviará una comisión técnica a Juliaca para inspeccionar las instalaciones del estadio Guillermo Briceño Rosamedina, que en el 2020 será sede de la Copa Libertadores.
Con capacidad para 20 mil espectadores, este escenario aún se encuentra en proceso de mantenimiento. Actualmente se está instalando el cero perimétrico.
Pero tiene una gran falencia. No cuenta con iluminación artificial, lo que provocó que este año por la Copa Sudamericana Binacional cambie de sede.
El Gobierno Regional de Puno (GRP), a través de su presidente Wálter Aduviri, se ha comprometido a colocar ese sistema, pero hasta el momento no lo ha hecho y pone en peligro la localía juliaqueña.
La visita está programada para el 4 de setiembre y su objetivo es verificar si el escenario deportivo cumple con el Reglamento de Licencia de Clubes de la Conmebol, que es requisito para que juegan torneos internacionales.
El Poderoso del Sur quiere seguir jugando en su región y hará todo lo que está en sus manos para hacerlo. Por eso espera que el GRP cumpla con instalar el sistema de iluminación y Puno vuelva a albergar una Copa Libertadores luego de 44 años. La única vez que lo hizo fue en 1976.