Javier Arce sabe escuchar y pretende también que lo escuchen. El triunfo del último sábado ante Ayacucho le deja darse un respiro ante semanas complicadas donde su equipo, que fuera la sensación del primer semestre en la Liga 1, parecía que se desinflaba.
«El equipo no ha cambiado, lo que han cambiado son los resultados», aclara.
Tiene razón, Binacional ya no es arrollador, sus rivales lo ven con otros ojos, lo respetan más. Pero eso no lo entiende la tribuna que sigue pidiendo goleadas a un equipo que los acostumbró a someter al que se ponía al frente cuando jugaban en Juliaca.
«Lo que está pasando es que uno se acostumbra a cosas, la gente se ha acostumbrado a que teníamos que ganar 3 o 4 goles de diferencia, pero también hay que entender que el rival juega, nos expone, crea sus situaciones de gol porque ellos trabajan para eso como lo hacemos nosotros».
Tres empates consecutivos en el inicio del Clausura comenzaron a crear dudas al alrededor del equipo. La ausencia de triunfos no hice valorar los empates que se conseguía en plazas muy complicadas como en Trujillo (1-1) o con 9 hombres ante Municipal.
«Nosotros no hemos perdido en el Clausura eso que quede claro. Entiendo a la tribuna, a la gente, a veces no comparto sus reclamos, pero sí los entiendo. A veces no se gana por muchos goles, a veces se gana con marcadores ajustados como al Ayacucho, eso deben entender. El hincha viene a disfrutar del fútbol, a ver un espectáculo que espera, quieren ver golear a su equipo, pero no siempre será así».
Recalca que: «Hay que darle el valor de caso a lo que ha hecho el equipo porque estamos invictos».
Se ganó a Ayacucho y quedan aún 13 fechas por jugar. El objetivo es el mismo, ganar el Clausura para coronarse directamente campeones nacionales, sino se puede entonces quedar entre los nueve primeros del Acumulado y jugar los play off.
«Seguimos manteniendo nuestra idea futbolista, nuestra forma y principio de juego. Vamos a afrontar todos los partidos respetando nuestra esencia, la posesión del balón, que no la tenga el rival, ser equilibrados. No vamos a cambiar esa forma de jugar», señala.
Ante Ayacucho hizo un cambio inaudito para muchos. Sacar a Andy Polar, que es el principal generador de fútbol, no gustó a los que fueron al Guillermo Briceño Rosamedina. «En ese momento sentíamos que debíamos tener más posición de balón. Andy había sido controlado, no lo sacamos para guardarlo para el próximo partido sino que queríamos tener mayor presencia en el mediocampo y Guachiré nos ayudaba en eso».