El equipo norteamericano Complexity Gaming se proclamó campeón de la FIFA eClub World Cup 2020, celebrada en Milán, un certamen que lo organiza el máximo ente de fútbol del planeta desde el 2017, con lo que se permite abrir el debate sobre si los videojuegos podrán ser considerados como deportes, y algo más descabellado aún, para los más conservadores: ¿podrán los e-sports ser parte de los Juegos Olímpicos alguna vez?
El presidente del Comité Olímpico Internacional precisa desde hace años que no tomaría nunca en consideración los juegos violentos como categoría olímpica, quedarían fuera algunos de los más jugados como Fortnite, Overwatch o Counter-Strike, o Dota2, que ostenta el récord de la competición que más dinero reparte a modo de premios en los deportes electrónicos.
Según Bach, para que los eSports puedan contar con sus propias medallas y constituir una disciplina oficial de los Juegos Olímpicos, las demostraciones de violencia dentro de los propios juegos deben ser mínimas, por no decir inexistentes. Desde el 2018 hubo «charlas» para incluir el deporte electrónico en los juegos de París 2024, pero como deporte de exhibición.
Los primeros pasos para que se constituyan como deporte olímpico se darán en Tokio 2020, bajo el nombre de Intel World Open 2020, serán Street Fighter V y Rocket League los juegos que formen parte de este evento, que se desarrollará entre los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de este año.
El futuro parece tocar las puertas del hoy, el último 7 de febrero, la Liga de la Serie A entró oficialmente en el mundo de los “eSports”, al anunciar el nacimiento de la denominada “eSerie A”, en algunos años lo que parece lejano para los deportistas electrónicos, se podría hacer realidad, ser parte del circuito olímpico.